SEAMOS OPTIMISTAS.
El médico le pregunta al anciano: ¿es Ud pensionista? Y este
le contesta: no, yo más bien soy optimista. El optimismo es algo que se tiene y
no se fabrica, pero los que no son optimistas (alguien define al optimista como
un pesimista mal informado) les cuesta ponerse en situación. En un artículo muy
interesante se evalúan los datos de aquello que consideramos bienestar mundial
y se llega a la conclusión de que todo va mucho mejor; las cifras de mortalidad
descendieron, la esperanza de vida aumentó, alfabetización etc. mejoraron
claramente, (1)sin embargo existe una percepción de que todo va a peor y yo me
pregunto ¿por qué esta disparidad entre las estadísticas y lo que el ciudadano
percibe?
Lo que percibimos es lo cercano: parados, sueldos bajos,
gente pidiendo en la calle, Además los medios de comunicación están
especializados en las MALAS noticias.
Cualquier periódico es una fuente de información oscura y deprimente:
guerras, asesinatos, catástrofes, robo, negligencia, estupidez…machaconamente
lo malo vende y el lector o oyente lo interioriza como cotidiano: ¿Cuántas
veces ha visto un ciudadano español un atraco en directo o disparar un arma a
un delincuente o a la policía en condiciones normales de paz? Pocas o ninguna
pero la idea que tiene ese mismo ciudadano no coincide con la realidad porque
piensa que la gente se está matando como loca y no se para de robar y todo es
muy peligroso, ¿lo es?
Las TICs funcionan como elemento amplificador de las malas
noticias, aunque la base es que todo está muy bien: me gusta, me encanta…pero
no se libra tampoco de los agoreros que publican todo lo morboso que subyace inevitablemente en una sociedad extensa y diversa. La impresión final es un mundo agobiante, caótico y que va
hacia la perdición sin remedio. No quiero entrar a discutir las graves
anomalías que hacen peligrar nuestro planeta pero aunque no lo creamos hay cada
vez mayor conciencia de su posible destrucción, como planeta y como sociedad que
aspira a ser más igualitaria y democrática. Nunca en la historia se tuvo tanta preocupación
por los derechos de los más desfavorecidos ni por la igualdad hombre/mujer o la
libertad sexual. La medicina llega a los lugares más recónditos y se intenta
con tesón la defensa de la niñez persiguiendo la esclavitud sexual o de
cualquier tipo. Hay mucha gente implicada en ello, que ocupa una parte de su
tiempo en ayudar, las instituciones renquean y escatiman el dinero pero las ONG
y la gente reclaman más atención etc. Quizás los pesimistas se abandonan a las
malas noticias y no se mueven del sillón de su sala de estar o no dejan de
mirar la pantalla de su móvil en vez de decir voy a hacer algo. Siempre es más fácil quejarse de lo mal que van
las cosas, y si van muy mal pensar “total, no sirve de nada lo que yo haga”
El sociólogo Javier Elzo (2) habla de la juventud "presentista", de jóvenes que quieren las cosas y las quieren ya y muestra gráficos en los
que cuando se preguntaba por aquello que le gustaría hacer todos tienen una
predisposición al altruismo llamativa pero cuando se les pregunta si lo
practica el porcentaje baja radicalmente p.ej. ¿Te gusta colaborar en una
ONG?: 57 %, lo practica: 9,3%. La decisión no es pensar en lo que uno dice que va
a hacer, sino que es el hecho de hacerlo. Es indudable que hay gente poderosa
interesada en la desidia y la docilidad de la mayoría de la gente y los
populismos con su visión apocalíptica del mundo, su racismo y cerrazón
reaccionaria se frotan las manos porque nuestra inacción nos hace cómplices de
su dictadura. Pero en general nuestra
sociedad es mejor que la que nos quieren presentar y no me cabe duda que la
mayoría de la gente lucha con honradez para que sea aun mejor.
1. http://internacional.elpais.com/internacional/2016/12/29/actualidad/1483020328_085937.html