EL MUNDO DEL NIÑO (Un diario)
Esto sería el diario de una persona si pudiera recordar verdaderamente su infancia más precoz.
Gestación y parto: Tengo el recuerdo
del último tercio mas o menos del embarazo, se estaba muy calentito y
tranquilo, se oían los latidos del corazón de mi madre y algunos ruidos que a
veces me daban taquicardia, hacia el final empezaba a sentirme algo apretujado.
Nacimiento: (Uf que frío).
Acabo de nacer,
no os podéis dar una idea de cómo fue, es difícil salir pero cuando estás fuera hay
que empezar a trabajar, tuve que hacer un gran esfuerzo para respirar y berreé
todo lo que pude para que los pulmones siguieran llenos de aire. Noté que una
gran mano me agarraba y me manoseaba con algo áspero para mi humedecida piel,
protesté siguiendo con mi llanto al máximo de volumen. Me pusieron de espaldas
en algo muy frio y me sacaron rápido (3000 gr justos), luego me cubrieron con
algo muy suave y cálido abrí los ojos y vi una gran claridad y unas manchas que
se acercaban y separaban de mi, cerré los ojos y me quedé dormido.
La teta y lactancia: Llanto, hambre,
succión, me duermo…MAMÁ FELIZ
En la cuna
acostado boca arriba veía un cuadradito de luz, por ese cuadradito se asomaban
una cara o dos de vez en cuando y luego se retiraban. Oía murmullos. Después
unas manos me cogían suavemente y me
aproximaban a su cuerpo que era cálido y
me recordaba a aquel cuerpo que me protegía en su interior, mi cabeza estaba en
su pecho y ¡si! Oía su latido, era ella, me habían sacado de su interior pero era ella! Sentía la
piel cálida y la blandura de su pecho, busqué con mi boca y al 4º intento encontré
el pezón, chupé con avidez: Que rico, umm,
me cansé pronto y me quedé dormido con el pezón en la boca. Maravilloso.
Así cada tres horas.
Echemos una ojeada: esa voz…esa cara… ¡Qué
agradable sonido!
Siempre oía
aquella voz que acompañaba al cuerpo que me daba calor y alimento y me gustaba su sonido, me sentía
bien al oírla, era pura armonía. Había otras voces, otros sonidos pero ninguno
tan bello como aquel.
Me daban ganas de patalear, que gustito, así que SONREÍ. La voz que me hablaba, la voz
de la madre se entusiasmó y me cogió en
brazos y volví a sonreir. Entendí que si sonreía mi madre me cogía en brazos
¡oh maravilla!
Movía la cabeza
porque algo “sonaba” alrededor. Recuerdo que aquello, aquel timbre, después lo
supe, era el teléfono.
A los
4 meses: Campeón de consumo de leche: pesaba 6 kg y bebía unos 900 ml de leche (un adulto
de 60 kg tendría que beber para igualar la proporción: 9 litros). A los 4 meses
he doblado el peso del nacimiento (3000 a 6000 gr)
Empezaron a
llevarme en silla. Me movía en la cuna, me
ponía erguido y me gustaba dormir, dormía mucho. Los papás no, tenían que
levantarse por la noche para darme de comer.
5 m Me salen unos ruiditos por la boca,
me divierten.
6 m. Ya era capaz de sentarme y me apoyaba
en las manos en el suelo para no caerme, está muy bien. Podía ver todo a mi gusto, quería coger cosas pero a
veces no acertaba y eso me enfadaba. Me encantaba menear el sonajero. Empecé a agarrar el
biberón
7 m: Empecé a tener miedo cuando mi
madre se iba de mi lado (Ansiedad de separación).
8 m: A veces me decían NO y llegué a
comprender que no me dejaban hacer algunas cosas…
9 m: Me puse en pie agarrándome a una
mesa. Empecé a a ser capaz de coger objetos pequeños usando mi dedo índice y
pulgar; lo malo es que me llevaba las cosas a la boca y entonces volvía a oír
¡NO! A pesar de todo seguí haciéndolo algún tiempo.
10m. Ya era capaz de levantarme solo,
señalar objetos, dar palmadas y ayudar a que me vistan.
12m. Mamá me llevaba de la mano. Comienzo
a decir papá, caca, mamá. Gran regocijo
de mis padres. Peso 10 kg.
18 m: Nuevas empresas: Subir escaleras,
correr, tirar el balón, hacer una torre con 3 cubos, comencé a hacer garabatos,
le enseño cosas a todos, señalo nariz, boca, oreja.
21m. Caminar hacia atrás, torre de 5
cubos, ya voy entendiendo a los mayores cuando me dicen algo (a veces obedezco)
Junto dos palabras.
2 años: Corro, subo escaleras, hablo
sin parar, me interesa el cuerpo y todo lo demás, digo mi nombre completo, digo
No a menudo es divertido. Los PAPÁS SE ENFADAN
3 años: Hago miles de preguntas, hay
tantas cosas interesantes, tengo un triciclo, me visto y desvisto pero tengo
problemas con los botones. Rompo algunas cosas. Ya cuento hasta 10. Dibujé un
papá, Tengo pilila y soy un chico.
4 años: Aprendiendo a leer. Me llamaban
mucho la atención las letras y los números y quería saber lo que decían
aquellos maravillosos animalitos de los cuentos que como yo, hablaban como
cotorras (3).
No hay comentarios:
Publicar un comentario