RESILIENCIA
José Luis Iglesias
Diz.
¿Qué es la
Resiliencia?
Desde hace algún tiempo las ciencias sociales han tomado
este término que procede de la física y que define “la capacidad de un material
para recuperar su forma original después de ser sometido a una presión deformadora”
y se aplica para caracterizar a aquellas personas que nacidas o que viven en
condiciones especialmente duras o de riesgo son capaces de desarrollarse
psicológicamente sanos y socialmente exitosos.
Todos conocemos a alguna persona de estas características,
gente que consigue salir adelante a pesar de las condiciones más duras y que no
muestra rencor ni sentimientos negativos hacia los demás ni ante las
dificultades.
Algunos autores definen la resiliencia con distintos
matices: “Habilidad para resurgir de la adversidad, adaptarse y acceder a una
vida significativa y productiva” (Institute on Child Resiliance and Family
.1994). “Enfrentamiento efectivo a circunstancias y eventos de la vida
gravemente estresantes y acumulativos (Lösel, Blieneger y Koferl. 1989) o
“capacidad del ser humano para enfrentarse a las adversidades de la vida,
superarlas e incluso ser trasformado por ellas” (Grotberg 1995).la adversidad,
¿Qué tienen esas
personas que los hacen ser tan optimistas, tan valientes y tan intensas?
Definamos primero los factores que influyen en la respuesta
del ser humano ante la adversidad:
1.
Factor de Riesgo: Es la característica o
cualidad de una persona o comunidad que se sabe va unida a una elevada
probabilidad de dañar la salud. (p.ej. La obesidad es un factor de riesgo de
patología cardiovascular)
2.
Factores protectores: Son las condiciones o los
entornos capaces de favorecer el desarrollo del individuo o grupo y, en muchos
casos, de reducir los efectos de circunstancias desfavorables.(Una familia
estable, con normas y comunicación, con capacidad de resolver conflictos es un
factor protector contra el consumo de drogas en adolescentes)
Individuos Resilientes, por
tanto, son aquellas personas que al estar insertos en una situación de
adversidad (factores de riesgo) tienen la capacidad de utilizar los factores
protectores para sobreponerse a ella, crecer y desarrollarse adecuadamente,
llegando a madurar como adultos competentes pese a los pronósticos
desfavorables.
Para que esto suceda necesitamos
saber cuáles son esos factores protectores, por una parte los atributos de las personas y por otra
las condiciones del entorno que
constituyen una asociación positiva para ser un individuo resiliente.
1.
Atributos de la persona:
Los individuos resilientes suelen
tener muchas de las siguientes características.
a.
Competencia Social. Estas personas son
sociables, saben establecer contactos y suelen ser bien aceptados.
b.
Capacidad para resolver problemas: Tienen buen
enfoque de los problemas y habilidad para buscar el camino correcto para
solucionarlos. Son decididos y decisión consiste en ejecutar en la práctica el
proyecto que uno imagina.
c.
Control de las emociones y los impulsos: Una
característica muy importante que denota madurez y contención, contener la
impulsividad evita los conflictos con los demás y en ocasiones el daño propio.
d.
Autonomía: Son capaces de asumir sus propias
responsabilidades y se encuentran a gusto no siendo dependientes.
e.
Sentido del humor: El humor puede suavizar la
dureza de la propia vida, es saludable reírse de uno mismo, el humor favorece
la empatía y la solidaridad con los compañeros.
f.
Alta Autoestima: Sentirse a gusto con uno mismo,
aceptarse permite abordar decisiones difíciles y reponerse en los fracasos.
g.
Empatía: Buena capacidad para ponerse en el
lugar del otro, suelen ser personas dispuestas a ayudar a los demás pero
conocen sus límites en ese compromiso.
h.
Capacidad de comprensión y análisis
i.
Competencia cognitiva
j.
Capacidad de atención y concentración.
2.
Condiciones del entorno.
Hay aspectos en el entorno que la
persona puede encontrar para sobreponerse a sus dificultades.
a.
Recibir afecto. El afecto es una de las
condiciones que nos marcan para el futuro, la vinculación afectiva en los
primeros años de nuestra vida es fundamental para un buen desarrollo del niño y
adolescente probablemente más importante que el desarro9llo cognitivo.(ver El
desarrollo del Niño en este mismo blog)
b.
Aceptación incondicional de un adulto
significativo. Es frecuente que las personas resilientes “adopten” a un adulto
con el que se vinculan y que se convierte en su modelo humano. Puede ser un
familiar (un tío joven) o un profesor o un amigo mayor. Alguien que representa
una figura de autoridad y de la que aprender (esto sucede a menudo en
adolescentes resilientes de familias con graves conflictos, separación
traumática, alcoholismo etc).
c.
Redes informales de apoyo: La existencia de una
sociedad preocupada por los problemas sociales significa para estas personas
una oportunidad para recibir ayuda y poder realizar su proyecto humano.
Cuando se dan las mejores
condiciones individuales y del entorno el desarrollo de una persona tiene
muchas garantías de sobrellevar las dificultades y llegar a una realización
personal satisfactoria.
Grotberg expresó el concepto de la
Resiliencia en los siguientes tres términos: “I am, I Have, I Can” que en
castellano se han traducido por los 4 siguientes: “Yo soy, yo estoy, yo tengo,
yo puedo”
YO SOY
·
Una persona por la que los demás sienten aprecio
y cariño
·
Feliz cuando hago algo bueno para los demás y
les muestro mi afecto.
·
Respetuoso conmigo mismo y con el prójimo.
·
Capaz de aprender de lo que mis maestros me
enseñan.
·
Agradable y comunicativo con mis vecinos.
YO ESTOY
·
Dispuesto a responsabilizarme de mis actos
·
Seguro de que todo saldrá bien.
·
A veces triste, lo reconozco y expreso seguro de
encontrar apoyo.
·
Rodeado de compañeros/as que me aprecian.
YO TENGO
·
Personas en quienes confío y me quieren
incondicionalmente.
·
Personas que me ponen límites para que aprenda a
evitar peligros.
·
Personas que me enseñan a través de su conducta
correcta.
·
Personas que me ayudan cuando estoy en peligro,
enfermo o necesito aprender.
·
Personas que quieren que aprenda a desenvolverme
solo.
YO PUEDO:
·
Hablar sobre cosas que me asustan o inquietan
·
Buscar la manera de resolver mis problemas.
·
Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo
peligroso o que no está bien.
·
Buscar el momento propicio para hablar con
alguien o actuar.
·
Encontrar a alguien que me ayude cuando lo
necesite.
·
Equivocarme, hacer travesuras sin perder el
afecto de mis padres.
·
Sentir afecto y expresarlo.
A pesar de que muchas personas no
poseen la mayoría de las capacidades de “resiliencia” pueden beneficiarse de un
entorno favorable, sin embargo a menudo el adolescente se encierra con sus
problemas y no es capaz de comunicarlos o pedir ayuda cuando él/ella se siente
agobiado y sin saber que hacer porque no se atreve “a pedir ayuda y buscar y encontrar a alguien que lo haga cuando lo
necesita”. Un entorno favorable “no se percata” de los problemas de los
individuos, es necesario que el que sufre o está confundido o indeciso recurra
a “alguien” para aclarar dudas. Algo que a un adolescente puede causarle
profunda amargura o inquietud, un profesor, un médico o los propios padres pueden
aclararlo evitando angustias innecesarias. Los adolescentes valoran mucho la
amistad y el entorno de amigos puede ser también de ayuda ante algunos
problemas pero quizás solo en aquellos que se comparten por razón de edad y
gustos aunque no siempre tienen formación para afrontar determinados problemas
que exigen la participación de personas con experiencia e incluso a veces ayuda
profesional.
Es muy importante también el
apartado: “Yo puedo sentir afecto y
expresarlo” Como en el comentario anterior el afecto se siente o no se
siente pero cuando se siente y a pesar de que podemos entender el lenguaje no
verbal (no siempre estamos pendientes o suficientemente atentos) debemos
verbalizarlo y de nuevo insistimos sobre el mutismo en este aspecto de los
adolescentes: les cuesta decir lo que sienten y lo que no se dice no existe
para su destinatario.
Tanto los padres como los
maestros o profesionales de la salud deben ser conscientes de que los
adolescentes tienen capacidades y sentimientos como un adulto y en muchos
aspectos los aventajan pero es una etapa de desarrollo más en la que van
adquiriendo la experiencia que les trasmite seguridad y mejora sus capacidades,
se hacen competentes y competitivos y llegan a una adultez sólidamente
construida; pero por el camino hay dudas y tropiezos y algunos sinsabores,
tienen que tomar decisiones, tienen que aprender a discrepar y a defenderse pero
deben saber que tienen a su alrededor mucha gente que los quiere y está
dispuesta a ayudarlos.
Recapacitemos sobre las preguntas
que se hace Grotberg “I am, I have, I can” y pensemos si nuestros jóvenes, hijos, alumnos,
adolescentes pueden responder positivamente a la mayoría de ellas o por el
contrario necesitan de nuestra ayuda para convertirse en individuos
“resilientes”.