miércoles, 28 de octubre de 2015

Maltrato Adolescentes


Adolescentes maltratadas.

En este caso poco puedo añadir a la magnífica guía que podéis consultar mas abajo.
La violencia de género es una lacra que no deja de golpear día tras día. En la punta del iceberg de una conducta machista. El machismo está todavía arraigado con fuerza en nuestra sociedad  porque hay conductas y actitudes que están interiorizadas en el hombre como normales y que no lo son, En una conversación al respecto entre hombres y mujeres todos habréis visto en ocasiones la disparidad de criterios de unos y otras ante una situación determinada.(hablamos de personas que no se consideran a si mismas machistas)
Pero las actitudes machistas perviven en los adolescentes, algo que nos resulta deprimente porque aspiramos a que la sociedad vaya mejorando y que los jóvenes abandonen conductas que consideramos " de otra época"
Ayudar a jóvenes mujeres que sufren maltrato es el objetivo de esta guía. Difundirla es algo que puede beneficiar a muchas más.

http://www.diariosur.es/malaga-capital/201506/12/adolescentes-maltratadas-guia-para-20150612215929.html

miércoles, 21 de octubre de 2015

Información vs formación. Una reflexión en tiempos de las TIC.



LOS TIEMPOS ESTÁN CAMBIANDO. Información vs formación.
José Luis Iglesias Diz
Más información no necesariamente condiciona mejor formación si no al contrario. Depende de la competencia lectora.
Un joven de 15 años miraba un cuadro de Kandinsky, la imagen colorista de anárquicas figuras geométricas era para él algo inerte, quieto, frío, sin interactuación, se le ocurría que podía hacer con él un videojuego en el que el jugador organizaba triángulos círculos y ondas para construir un mundo diverso, variando los colores, utilizando aplicaciones 3D. Pero aquella pintura así, a él no le decía nada.
Claro aquel joven como muchos otros no había recibido ninguna educación artística, no sabía quien era Kandinski, ni Baltus, ni Motherwell, conocía de oídas a Velazquez, Goya, Picasso aunque no podía decir mucho sobre sus obras. En realidad seguía la tradición española, sus padres (algunos con enseñanza media, algún universitario, otros  sin estudios) compartían la ignorancia sobre el arte, como ahora, tampoco entonces se le dio demasiada importancia en el curriculum escolar, eso sí, todos hablan de que sus hijos en preescolar pintan maravillas ¡no sabes lo bien que dibuja mi hija! Pero eso es para arrobamiento y exaltación vanidosa de amor de padres, no por amor al Arte. Los profes saben que los niños pequeños son muy creativos, adoran inventar, usar colores, garabatear personajes que tejen una historia en una cuartilla, o con una masa de plastilina; todos saben que la experiencia plástica mejora sus capacidades cognitivas y de asociación, de coordinación motora, de relax…Pero cuando son mayorcitos hay que alejarlos de este mundo mágico, ¡no vaya a ser que se vuelvan artistas! : esos seres pecaminosos, absurdos, venados y medio locos además de pobres y viciosos. “Vade retro”, hay que estudiar matemáticas, medio social, biología, lenguas (para tener luego una comprensión lectora irrisoria), tecnología y sí, ahora sí, lo mejor: disponer de UN ORDENADOR POR ALUMNO.  Esto ya arregla todos los males de la enseñanza.
Cuando yo era niño teníamos una “Tablet” primitiva: la pizarra y el pizarrillo. Escribías allí, hacías las “cuentas” y luego borrabas (Mayormente con un pañito o con saliva al gusto) para poder volver a escribir; una Tablet eterna y sin pilas, ahora la Tablet contiene el mundo.  pero la enseñanza tiene más que ver con el modo de enseñar, de  trasmitir los contenidos que con los medios de que se dispongan. Al final el uso del ordenador en la escuela es un medio, un medio valiosísimo pero su mayor utilidad va a ser para uso textual, lo que implica “entender” lo que está escrito, ergo, mal estaremos si no se insiste en dar la máxima atención a las dos herramientas indispensables que maneja el cerebro para entender el mundo (inteligencia emocional aparte) que son el lenguaje oral/escrito y el cálculo. Sabemos que los niños y adolescentes son más sanos que nunca, son fuertes e inteligentes; los padres dedican 20 años  para criarlos, reciben escolarización prácticamente durante al menos 16  años, tienen todos los medios a su disposición para que el aprendizaje sea fácil e ilusionante, no se entiende que no tengan un lenguaje suficiente para explicar adecuadamente lo que saben.
Palabras de uso corriente en TV o en periódicos son incomprensibles para una cantidad enorme de jóvenes, Escribe Marcos Díaz citando el Programa Internacional para la Evaluación de la Competencia de los Adultos dependiente de la OCDE que solo el 30% de los españoles puede afrontar con cierta solvencia textos largos no complicados y solo un 5 % tienen comprensión lectora suficiente para leer textos complejos y extensos. ¿qué pasa? Pues que un buen vocabulario se consigue leyendo y viendo los significados de las palabras en el diccionario. Se dice que los alumnos no leen porque tienen lecturas obligatorias desfasadas o tediosas… ¿los que no leen, leerían algo si no se les obligase? De acuerdo que actualizar los contenidos de lectura parece oportuno, quizás tengan más afecto por leer la saga de Millenium que la Celestina pero es que hay una diferencia considerable, esta es una obra clásica  paradigmática, al igual que el Quijote, no puede ser sustituido por una novela de Perez Reverte (que podrían leer también). Si, la clave es que lean todo lo que quieran pero en literatura hay que leer obras “importantes” también para conocer su historia. Eso es ineludible, pero si en casa no se lee y cuando se castiga al niño se le prohíbe ver la Tele y se le manda a “leer” a su habitación, está claro que la lectura está siendo estigmatizada como algo tedioso y de poco crédito.
Igual pasa con el Arte, como ya dijimos es cosa de individuos raros y “antiguos” , ahora “el Arte” son los video-juegos,  los cortos, las películas hechas con celular, los platos de Ferrán Adriá, la moda, el diseño, la telebasura y la publicidad. El 7º arte es ahora más ubicuo que nunca, pocos van a salas de proyección, las películas se ven en el ordenador, en la TV de pago se ven  series, películas clásicas, actuales, de 1ª división y de regional.

El arte tradicional Pintura y Escultura (La  Arquitectura es otro tema)  sigue siendo  marginal como siempre fue, pero hoy que existen todos los medios para divulgar, el arte ocupa ¿ocupa? un sector mínimo de la programación diaria de los medios de comunicación. Hay que buscar con Scanner en los mil canales de TV un programa dedicado a la pintura, escultura o arte en general. Podemos admitir que el Arte es elitista pero también que no se hace absolutamente nada por difundirlo, no interesa a la gente y los políticos y gobernantes están encantados de habernos conocido. El arte es digresión, es innovación, es ruptura con lo establecido, cosas que siempre molestaron a la clase dirigente que quería tener las obras de los genios pero imponía que sus personas estuviesen fuera de su círculo de poder, los aguantaban para gozar de su genio pero luego los abandonaban a su suerte cuando caían en desgracia. Para el poder el arte es incómodo así que lo mejor es ignorarlo o poner trabas. A pesar de que en toda España hay un montón de Museos y Galerías de Arte, se hacen constantemente exposiciones importantes y miles de otras pequeñas es difícil enterarse por la prensa o la TV de la mayoría de estos acontecimientos al igual que pasa con el teatro o las actuaciones musicales de los menos famosos. Se publica sobre lo más visto o lo más oído y ese es el valor que se le da, esa es su exclusiva calidad.(continuará)

miércoles, 14 de octubre de 2015

HABLEMOS DE LA FAMILIA. 2ª parte.


La comunicación y el afecto
La comunicación es el eje de la convivencia familiar y esta existe siempre entre sus miembros; incluso cuando los miembros de la familia “no hablen de los problemas” existe una comunicación, que no es la deseable, pero que configura el comportamiento del grupo y de sus componentes.
¿Porqué  nos comunicamos?: A través de la comunicación observamos a los demás, podemos percibir las aferencias  y las respuestas de los individuos aunque  no siempre seamos capaces de desentrañar lo que piensa el otro. Comprendemos que hay una gran incertidumbre sobre los demás que necesitamos despejar en lo posible. Nos comunicamos para expresar lo que pensamos o sentimos, saber lo que ignoramos y confirmar o no aquello en lo que creemos. (3)
Los otros (familiares) al comunicar lo que piensan y creen del adolescente hacen algo decisivo para él  que es modelar la estructura de ese yo y esto es capital en la función socializadora de la familia; de este modo el joven aprende a comportarse como la mayoría conservando a la vez su individualidad, su diferencia. 
Por lo tanto la familia a través de esa comunicación establece los vínculos que van a marcar el desarrollo futuro de cada individuo. Esa comunicación es lógicamente de distinta índole: aprendemos, nos divertimos, nos informamos, pero nada de esto crea una vinculación tan fuerte como la afectiva. Los lazos afectivos que se establecen entre los miembros de la familia con el bebé, luego niño y más tarde adolescente son vitales para que este se desarrolle adecuadamente. Es de especial interés resaltar que el cerebro derecho tiene una maduración precoz y muestra un fuerte crecimiento en los dos primeros años de vida antes que el hemisferio verbal izquierdo y es dominante en los 3 primeros años; esto ha hecho cambiar la atención desde lo cognitivo a lo emocional. La investigación sugiere que el desarrollo de un vínculo de apego derivado de la comunicación emocional y la maduración del afecto son fenómenos claves en el lactante, mas aún que el desarrollo de facultades cognitivas complejas (4).
La afectividad crea vínculos y estos son permanentes (para bien o para mal), crean nuestra propia “historia” o “relato” y las relaciones con las personas a las que estamos vinculadas afectan a nuestra vida. No somos nosotros solos, somos lo que somos respecto a los demás. Todo lo que nos sucede tiene relación con otros a los que estamos vinculados o con los que interactuamos.
Un vínculo afectivo positivo es aquel que nos hace más seguros y por ello mas autónomos, el “buen vínculo” es lo contrario de la dependencia. También interactuamos con otras personas a las que tratamos con deferencia o educación pero sin la carga afectiva que existe en la vinculación en la que las necesidades o problemas de la otra persona pasan a ser prioritarias para nosotros.
Las características del vínculo afectivo son la implicación emocional, la implicación en un proyecto de vida en continuidad, la permanencia en el tiempo y la unicidad.
No todos los vínculos son desde luego positivos, ni la vinculación está exenta de conflictos. Cuando el adolescente lucha por su autonomía es natural que la relación con los padres sea en algún momento conflictiva; cuando existe una relación afectiva  a menudo es necesario un cierto rechazo para tratar de establecer esa autonomía  (5).
Es importante dentro del grupo familiar, sea este de la composición que sea, generar estrategias conducentes a establecer vinculación afectiva entre sus miembros. Es fundamental que los padres puedan conocer como mejor acercarse a sus hijos y establecer una vinculación afectiva positiva, para ello es necesario en primer lugar expresar el afecto, no darlo por sobreentendido, los niños y niñas no conocen aquello que no se expresa, aprenden de lo que ven hacer, lo que no se expresa no existe. El afecto debe hacerse explícito y no cuestionado: cuando reprendemos a un niño/a debemos cuestionar  su conducta no a la persona o el cariño que sentimos por él (“eso que has hecho está mal” versus “eres malo”). Esto convierte la relación en incondicional (en el sentido del afecto) y así se favorece un sentido de “pertenencia” en el que el niño o el adolescente se siente parte de algo o de alguien con un mismo objetivo. Otra de las claves es el tiempo compartido y la permanencia: el tiempo compartido es no solo una condición de cantidad sino de calidad. No se trata de estar juntos todo el tiempo sino interactuar, compartir y crecer juntos  como individuos y grupo. La  permanencia de las relaciones de afecto genera seguridad, así con el tiempo el niño/a puede integrar las ausencias futuras sin daño a sus afectos.
Otro concepto fundamental en la génesis de un vínculo afectivo positivo es el compromiso; compromiso con un proyecto de vida a largo plazo, con las personas a las que nos sentimos vinculadas. Todos necesitamos el compromiso de las personas amadas para sentirnos seguros, necesitamos  su apoyo, su ayuda, su presencia en las situaciones de necesidad, o su simple compañía.
Los adolescentes que pasen de una niñez en la que se han establecido vínculos afectivos positivos tendrán menos posibilidades de tener conflictos graves con sus padres aunque como ya dijimos antes, no es el conflicto el problema, si no el afrontamiento del mismo, quizás la indiferencia o la apariencia de que no hay conflictos visibles sea mas grave  porque indica la ausencia de vinculación con los miembros de su entorno familiar.
Límites y valores
Creemos que la vinculación afectiva positiva entre los miembros de la familia tiene un peso fundamental en el desarrollo del adolescente, pero la afectividad no es un único ingrediente para la convivencia. El niño debe aprender a relacionarse, a distinguir lo que está bien de lo que está mal, lo permitido y lo que no lo está, debe ser motivado pero se le debe trasmitir que los objetivos que uno se propone exigen esfuerzo y que no siempre se consigue lo que se quiere. El niño necesita conocer los límites y digo necesita porque los límites son las normas que le van a dar seguridad y confianza en si mismos, conociéndolos van a saber lo que hacer en un momento determinado. Tengo que citar aquí a Gustavo Girard y la forma en que ejemplarizó la importancia de los límites: “Un grupo de  personas se hallan en la terraza de un edificio de 30 pisos sin nada que proteja el borde de la misma; todos están concentrados en el centro del espacio y apenas se mueven por miedo a caerse. Si se pone una leve cinta limitadora del borde la  movilidad aumenta aunque todavía se muestran temerosos; si se coloca un muro hasta la altura de la cintura en el borde de la terraza todos se mueven con soltura y se asoman al vacío sin miedo” (6). Creo que no se puede explicar mejor el valor de los límites en el contexto educacional del niño y el adolescente. 
Actualmente  se producen en la sociedad trasformaciones muy rápidas en todos los aspectos pero sobre todo en lo tecnológico; la cercanía al ciudadano de cada vez un mayor número de instrumentos de comunicación (móvil, ordenador-Internet, GPS) medios de comunicación (TV, radio), dispositivos  electrónicos, de automoción etc crean la apariencia en nuestra sociedad de un estado de virtualidad. Parece vivirse un mundo cuya realidad  está mas lejos cada día, los niños creen que la leche es un producto fabricado y contenido en un tetrabrick,  la imagen o el sonido sustituye a la visión y audición de lo cotidiano, hay una cultura de lo banal, de lo superficial, un desprecio al esfuerzo y a la honestidad, se consume con fruición, se sabe el precio de las cosas pero no se “valoran” las cosas, el éxito es el cuerpo bello, la delgadez, ir a la moda, tener de todo y hacer ostentación de ello y estos objetos y formas de ocio se quieren y se quieren ya. Los jóvenes de hoy son “presentistas”, valoran lo próximo, lo local, la pequeña historia en lugar de un proyecto de futuro, el gran relato, la trascendencia. Viven al día, hacen lo que les gusta y les hace sentirse felices. Los jóvenes de hoy presentan un rasgo muy llamativo que es el contraste entre unos valores finalistas (la gran mayoría son solidarios, aceptan al diferente, creen en que hay que ayudar a resolver problemas sociales a los que son sensibles) y sin embargo fallan en lo instrumental; el porcentaje de adolescentes y jóvenes que participan en programas de ayuda, colaboración activa etc. es pequeño en relación a lo esperado. Aquí surge otro aspecto que es vital para un desarrollo saludable del adolescente y es el tipo de valores que trasmitimos a los jóvenes (7). Si la sociedad no aprecia el esfuerzo, la honestidad, el respeto, la solidaridad, es difícil que la familia trasmita también estos valores, pero está claro que son los padres los primeros grandes educadores y los niños no aprenden con sermones sino a través de la emulación (8). Lo que hagan los padres será reflejado en el comportamiento de los hijos y no basta que esos valores sean conocidos, solo su aplicación en la vida cotidiana va a tener significación en la del adolescente y en su desarrollo futuro como ser humano social. A los padres se le ponen las cosas difíciles porque la presión mediática y de los amigos/as es muy fuerte pero hay que aprender a decirles que no, hay que ser coherentes en los comportamientos y respetuosos con su intimidad y puntos de vista (8). A pesar de los mensajes apocalípticos sobre los comportamientos de los adolescentes (solo se cuenta lo malo) la inmensa mayoría no han planteado graves problemas a sus padres y piensan que el hogar es el sitio en donde se dicen las cosas mas importantes sobre la vida, las ideas y la  interpretación del mundo, después son los amigos y siguen por este orden, los libros, medios de comunicación, centros de enseñanza, iglesia y otros. (7).
Las familias
No quiero dejar de hacer un comentario sobre “las familias”. He hablado en general de la familia como la familia nuclear o extendida clásica, pero hay otro tipo de familias: monoparentales, con miembros de distintos matrimonios, padres divorciados, con hijos de un miembro de la pareja o adoptado, familias con hijos adoptados de edades y etnias diferentes, matrimonios hetero o homosexuales  etc. Cada una de ellas tiene sus propias problemáticas y es innegable que en muchos casos añaden un plus de dificultad en la convivencia y en la integración de los niños y adolescentes, pero lo que quiero resaltar es lo ya dicho: el grupo familiar que genere vínculos emocionales positivos a través de la comunicación verbal o no verbal y los padres o tutores que  eduquen en los valores democráticos y sepan establecer los límites a sus hijos o jóvenes bajo su tutela será la mejor familia posible.
Es importante también, aparte de la composición de la familia, resaltar aspectos tales como el tipo de trabajo, de los  padres, si  trabajan fuera de casa, o un miembro (en general la madre) trabaja como “ama de casa”; el tipo de actividades de los padres y la situación económica y cultural. En las familias con buena posición económica los adolescentes hacen mas deporte y participan en grupos de actividades diversas. Los más pobres suelen tener actividades menos estructuradas (8).



Bibliografía.
  1. Lawrence S. Neistein.”Desarrollo psicosocial en Adolescentes normales” en Salud del Adolescente, Barcelona J.R. Prous Eds 1991: 37-42
  2. Iris F. Litt. “Los pediatras y el desarrollo puberal y psicosocial” Pediatrics in Review 1995; 16(7): 234-247.
  3. D. Salazar Rojas. “El adolescente y la familia convivencia y comunicación”. Eds. G. Castellano, MªI. Hidalgo, A.M- Redondo. Medicina de la Adolescencia Barcelona, Ed. Ergón 2004:42-49.
  4. A.N. Schore. “Apego, regulación de los afectos y el hemisferio derecho en desarrollo: Relación de la neurociencia del desarrollo con la pediatría” Pediatrics in Review 2005; 26(9): 344-357.
  5. P. Horno Goicoechea. “Educando en los afectos”. Pediatria Integral . Supl. Nº 1, 2006: 37-39.
  6. G. Girard, S. Raffa. “El Adolescente varón” Buenos Aires-México. Ed. Lumen 2001.
  7. J. Elzo. “La complejidad de la dimensión familiar en los jóvenes” en “El silencio de los adolescentes: lo que no cuentan a sus padres”. Madrid. Ed. Temas de hoy. 2000: 173-182.
  8.  M.E. Gutgesell, N. Payne. “Cuestiones relativas al desarrollo psicológico del Adolescente en el siglo XXI”. Pediatrics in Review 2004; 26(9): 244-257.
  9. T. Silber. “La importancia de la familia en la atención del adolescente” en Manual de Medicina de la Adolescencia. Org. Panamericana de la Salud. Washigton D.C. Ed. T. Silber, 1992: 13-21
 JL. Iglesias Diz. “El adolescente en el hospital” en “La ciudad habitat saludable para el niño y el adolescente” Girona Eds. J. Cornellá, A. Llusent. XVI Simposio Español de Pediatría 

miércoles, 7 de octubre de 2015

HABLEMOS DE LA FAMILIA

EL ADOLESCENTE Y LA FAMILIA. (1ª parte)



El Adolescente
Consideramos que la adolescencia comienza cuando se inician los signos puberales. La OMS la define como el periodo de cambios bio-psico-sociales que comienzan y terminan en la segunda década de la vida (1)
Al inicio de la pubertad aparecen los signos de la maduración sexual, la pubarquia y telarquia en las niñas y la pubarquia y el crecimiento de los genitales en el niño, además se produce un crecimiento longitudinal rápido (estirón) y un aumento del tejido musculo-esquelético así como el tejido graso corporal adoptando el cuerpo adolescente las características que conforman el dimorfismo sexual adulto, menos evidente en la etapa prepuberal. Este periodo se prolonga durante aproximadamente dos años y aunque el comienzo de estos cambios  se inician en el varón y mujer a la misma edad las chicas alcanzan la maduración sexual mas precozmente con una diferencia de unos 2 años con respecto a los chicos. A los 12 años las adolescentes tienen el pico máximo de crecimiento mientras que los varones lo tienen a los 14 lo cual  repercute en la talla final, mayor por término medio en los varones. 
El inicio de la pubertad va acompañado de  cambios a nivel psico-social que van a ser también claves en el futuro desarrollo como individuo. Estos cambios van a incidir en 4 aspectos fundamentales: La lucha dependencia-independencia, la preocupación por el aspecto corporal, la integración en el grupo de amigos y el desarrollo de la identidad.
  1. Dependencia-independencia: Desde las primeras fases de la Adolescencia hay un menor interés por los padres y un mayor recelo para aceptar consejos o críticas, el humor se hace variable, hay mayor irritabilidad y aparece un cierto vacío emocional (hay un alejamiento de los padres pero todavía no hay un grupo de iguales que los sustituya). Los conflictos son mas intensos en la adolescencia media, entre los 15-17 años, posteriormente las diferencias se difuminan, hay una mejor integración  y suele aparecer un “retorno” al hogar en los años posteriores con un reconocimiento de la vida familiar (18-21 años)
  2. La preocupación por el aspecto corporal: Los cambios físicos que ocurren el la pubertad crean cierto desconcierto y temor incluso, aumenta la preocupación por uno mismo y existe inseguridad respecto a la bondad del propio aspecto sobre todo en la primera adolescencia (12-14 años), con continuas comparaciones con los pares. El cuidado y acicalamiento ocupa mucho tiempo y hay un esfuerzo para conectar con el estilo y gustos de los amigos. Posteriormente con la identificación grupal y maduración el adolescente adopta su propio estilo o el del grupo disminuyendo la inseguridad hasta la aceptación de su corporalidad adulta.
  3. Integración en el grupo de amigos: Al tiempo que se produce el alejamiento de la familia hay una mayor integración en el grupo de amigos; la amistad adquiere un valor extraordinario y genera sentimientos de idealismo muy fuertes: compañerismo, juramentos, alianzas.. Los sentimientos intensos hacia iguales pueden ser interiorizados como homosexuales. En la adolescencia media el grupo de amigos suele estar consolidado, es la etapa de la pandilla, se vive según las reglas, vestido y valores del grupo. Es el momento de la banda de “rock”, de los clubes deportivos etc. En la última etapa del adolescente el grupo es menos importante y se establecen relaciones más individuales y una sexualidad mas madura.
  4. Desarrollo de la identidad: El adolescente aumenta su capacidad cognitiva, su capacidad de abstracción y de enjuiciamiento con respecto al niño. En las primeras etapas suele tener sentimientos fantasiosos, sueña despierto, plantea objetivos vocacionales ideales o irreales: estrella del “rock”, actriz ó astronauta. Pide y necesita mayor intimidad. La sexualidad emerge: masturbación, inicio de  las relaciones de pareja y una gran preocupación por el conocimiento de todo lo relacionado con el sexo que se aprende sobre todo a través de las informaciones de los amigos/as.
Existe una dificultad en el control de los impulsos y un sentimiento de inmortalidad lo que deriva en un aumento de las conductas de riesgo.
A medida que el adolescente madura las conductas son mas sosegadas, sus emociones más controladas y su planteamiento vocacional es más realista. Tiene mayor capacidad para conocer y establecer sus límites, una perspectiva de futuro y adquiere compromisos; también hay ya una mayor solidez en cuanto a sus valores morales, religiosos o sexuales. (2) (1)
Todos los adolescentes de alguna manera pasan estas etapas, no siempre del mismo modo ni en el tiempo ni en intensidad pero lo descrito refleja lo convulso de una etapa en la que la enfermedad puede añadir una cuota de mayor dificultad. La familia como núcleo en el que el adolescente emerge de su niñez ejerce un poder clave en su desarrollo.    

La familia:

La familia es el núcleo socializador más importante para el niño y el adolescente. Es un contexto relacional o comunicacional. (3). Desde el nacimiento y aún antes, el niño que nace establece vínculos que perviven el resto de su vida. La madre durante su embarazo,  se prepara para recibir el nuevo ser, se cuida pensando en el hijo, disfruta haciendo su ropa, comunica sus anhelos a su pareja y recibe al neonato con alborozo, lo alimenta, lo lava, lo protege. El padre es igualmente protector y educador aunque su participación suele ser menos intensa como cuidador sobre todo en las primeras etapas de la vida del niño. La llamada familia tradicional (hombre, mujer e hijos) es una estructura básica que facilita la estabilidad y el desarrollo de sus miembros. Protección, distribución del trabajo, intercambio humano, refuerzo cognitivo y emocional  hacen del núcleo familiar una unidad de convivencia reforzadora  y a la vez práctica para los individuos que la componen.
(continuará)