jueves, 9 de julio de 2015

Relaciones sanas.

Señales de una relación sana

  • Respetarse mutuamente
  • Sentir que la relación hace que los dos sean mejores personas
  • Compartir intereses mutuos, pero sin dejar de tener amigos y actividades fuera de la relación
  • Resolver los desacuerdos pacíficamente y con respeto
Toda relación debe hacer feliz a ambas partes. Cuando estás con tu pareja debes sentirte bien.

Respeto

  • Se consultan lo que van a hacer.
  • Ninguno de los dos trata de controlar al otro.

Intereses en común

  • Les gusta hacer cosas juntos, pero ninguno de los dos se siente obligado a hacer algo.
  • Si tienen un desacuerdo —y es normal tenerlos— ambos pueden decir lo que sienten, hablan hasta que resuelven las cosas y después hacen lo que ambos han planeado.

Hacer cosas juntos y por separado

  • Ambos disfrutan de la compañía mutua y están contentos cuando están juntos.
  • Ambos se sienten en libertad de tener sus propios amigos e intereses fuera de la relación.

Cómo hacer que tu relación sea más sana

Respétense

Comparte tus pensamientos y sentimientos. Escucha lo que tu pareja tiene que decir.

Entérate de los intereses de la otra persona

Hablen de deportes, música, películas o cualquier otra cosa que les ayude a conocerse y compenetrarse mejor.

Ten tu propia vida fuera de la relación

Una persona se siente más atraída hacia otra cuando cada uno tiene sus propios intereses. Conserva las actividades escolares, los amigos y los pasatiempos en los que no participa tu pareja.

Resuelvan los desacuerdos con amor y respeto

Dos personas no siempre tienen que estar de acuerdo sobre las películas, la música o los deportes que más les gustan. Ni siquiera tienen que estar de acuerdo con la cantidad de veces que deben llamarse o verse. Es natural que tengan desacuerdos. Lo importante es cómo
llegar a un acuerdo. Con una buena actitud, podrán tener un “desacuerdo saludable”.

Señales de una relación enfermiza

Los sentimientos de miedo, estrés y tristeza no son parte de una relación sana.

Falta de respeto

Aceptas algo aunque sientes que no está bien. No te sientes bien cuando están juntos.

Te sientes reprimido

Tu pareja no te deja tener un buen desempeño en la escuela o te hace sentir culpable de hacer las cosas que te gustan o interesan.

Sientes que te controlan

Tal vez escuches cosas como éstas: “Si me amas, necesito que me avises dónde vas a estar”. A tu pareja no le importan tus amigos.

Sentirse “locamente enamorado”

Uno de los dos, o ambos, llama al otro todo el tiempo. Sientes que tu pareja es posesivo y asfixiante.

Tu pareja te culpa de sus problemas

Escuchas a menudo cosas como ésta: “Todo es por tu culpa”.

Sentir celos casi todo el tiempo

Es normal sentir un poco de celos. Pero la relación se dañará si se dejan dominar por los celos.

Tratar de cambiar la conducta de la otra persona

Uno de los dos le dice al otro: “Tienes que hacer las cosas a mi manera”.

Si puedes hablar con tu pareja y resolver los problemas, una relación enfermiza puede volverse saludable. Pero si no logran disfrutar del tiempo que pasan juntos, tal vez sea el momento de terminar esa relación.

Traspasar los límites

Hay cosas que nunca deben ocurrir en una relación. Tu relación tendrá problemas graves si cualquiera de estas cosas está pasando.

Abuso verbal

Nunca es correcto gritarse, ofenderse, intimidarse o insultarse.

Empujar, golpear o patear a la otra persona de la rabia

 

Tratar de controlar el comportamiento de la otra persona Forzar a la otra persona a tener relaciones sexuales

Siempre debes tener el derecho a negarte a dar atención o afecto.

Amenazas

Si uno de los dos no obtiene lo que quiere, amenaza con lastimarse o lastimar a la otra persona.

Romper o lanzar objetos durante una discusión o pelea

Si tu relación está traspasando alguno de estos límites, la conducta debe frenarse de inmediato o la relación debe terminar. Si estás teniendo problemas para terminar la relación, busca la ayuda de un adulto que se preocupe por tu bienestar.
Habla con un adulto de confianza acerca de cómo ponerle fin a una relación abusiva de modo seguro. Usa lo que has aprendido para tratar de que tu próxima relación sea mejor.

No hay excusas para el abuso

Nada de lo que digas o hagas es una razón para que te traten mal

Cuando las cosas se hayan calmado, puedes decirle a tu pareja cosas como éstas:
  • “No soporto que me insultes. No vuelvas a hacerlo”.
  • “No me vuelvas a tratar así. No merezco que me hagas esto”.
  • “Si estás enojado(a), dímelo y te podré ayudar. No sacas nada con gritar y decir groserías”.
  • “Si vuelves a tratarme así, se acabó todo entre nosotros”.

El obedecer no es respetar

Nada de lo que alguien diga o haga es un motivo para ser abusivo

Tú mereces que te amen y respeten. Usar la fuerza, el poder o el control solo hace que tú obtengas lo que quieres. Éste no es el modo de hacerte respetar.

Si dominas o maltratas a tu pareja es posible que obtengas lo que quieres, pero pierdes el respeto, el apoyo y el amor de tu pareja.

Si estás traspasando los límites, DETENTE.

Si no puedes detenerte, busca ayuda.
  • Un maestro, entrenador o consejero  de la escuela puede ayudarte a aprender a tratar a tu pareja con respeto.
  • Un líder espiritual o un adulto de una actividad o club fuera de la escuela puede ayudarte a controlar emociones como la ira o los celos y a evitar las conductas abusivas.
Al cambiar tu comportamiento, obtendrás el verdadero respeto, apoyo y amor que mereces.

Última actualización
 
2/24/2015
Fuente
 
Connected Kids: Safe, Strong, Secure (Copyright © 2006 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.